Santo Domingo, República Dominicana.— El país se encuentra de luto tras el colapso de la discoteca Jet Set, una de las más reconocidas de la capital dominicana, donde la noche del pasado domingo se vivió una tragedia sin precedentes.
Durante una presentación del afamado merenguero Rubby Pérez, el techo del local se desplomó repentinamente, atrapando a cientos de personas entre escombros de ladrillo, láminas de zinc y pesadas estructuras metálicas.
Hasta este miércoles, las autoridades han confirmado la recuperación de 113 cuerpos sin vida, mientras que otras 150 personas resultaron heridas. El panorama es desolador, y la esperanza de hallar más sobrevivientes se va desvaneciendo con el paso de las horas.
Más de 300 rescatistas trabajan sin descanso, apoyados por grúas, martillos hidráulicos y otros equipos pesados, intentando remover los restos del colapso. Desde el aire, se aprecia la magnitud del desastre: un enorme hueco en el centro del inmueble deja ver lo que fue una noche de celebración que terminó en tragedia.
El director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, confirmó que las labores de rescate continuarán mientras haya posibilidades, aunque reconoció que las condiciones son cada vez más difíciles.

