El Pentágono anunció el miércoles que Khalid Sheikh Mohammed, el presunto cerebro detrás de los atentados del 11 de septiembre de 2001, ha alcanzado un acuerdo de culpabilidad junto con otros dos acusados. Mohammed, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi han aceptado declararse culpables de los cargos relacionados con los ataques que mataron a casi 3,000 personas en Estados Unidos.
Según el Departamento de Defensa, los términos específicos del acuerdo previo al juicio no están disponibles para el público en este momento. No obstante, se ha confirmado que el acuerdo implica una sentencia de cadena perpetua en lugar de la pena de muerte, que enfrentaban en caso de un juicio.
Mohammed y sus cómplices han estado detenidos en Guantánamo desde 2003. El caso había estado marcado por más de una década de procedimientos previos al juicio, centrados en si las torturas en prisiones secretas de la CIA habían contaminado las pruebas en su contra. La declaración de culpabilidad evita lo que se preveía como un juicio prolongado de entre 12 y 18 meses, y elimina la posibilidad de que las confesiones clave fueran desestimadas.
La noticia del acuerdo fue comunicada a los familiares de las víctimas a través de una carta de los fiscales del tribunal de guerra, firmada por el contralmirante Aaron C. Rugh y su equipo legal. La carta señaló que los acusados podrían presentar sus alegatos en audiencia pública a partir de la semana próxima.
Mohammed, quien es ingeniero educado en Estados Unidos, fue acusado de idear el plan de secuestro y ataque con aviones, una propuesta que presentó a Osama bin Laden en 1996 y luego ayudó a entrenar y dirigir a los secuestradores. Los tres acusados enfrentarán cargos de conspiración, asesinato en violación de la ley de guerra, ataque a civiles y terrorismo.